El pueblo unido…..

 Antes de ser exterminados por el Estado a la mayoría de libre pensadores matriculados en un partido político en Colombia, las tertulias ideológicas en donde se debatían postulados sociales y se analizaba la gobernabilidad desde lo crítico y lo científico, afloraba en cada bar, en cada salida de campo; todo escenario era una oportunidad para ratificar y defender la orilla desde la izquierda. Eran tiempos en los que ser comunista aún no significaba haberse colgado una lápida a la espalda.



Recuerdo con cierto romanticismo, como en los colegios se suscitaban conflictos entre marxistas y maoístas, entre militantes del Partido comunista y del MOIR; había doctrina, se procuraba perpetuar el pensamiento político de Marx, de Engels, se justificaba la posición político – militar de Lenin; se estudiaban los manifiestos y a partir de allí se nutría la convicción y el conocimiento.

La estructura del partido comunista, en épocas de Julio César Pernía y el coterráneo José Cardona hoyos, del Secretario General Gilberto Vieira en la dirigencia nacional era sólida; pero en Sevilla, evoco nombres como Orlando Arcila, Oscar Gómez, Nelson Zapata, Fernando Quintero, Pablo Salazar, Ernesto Padilla, Alberto Delgado, Joel Fuentes, Jaime Parra, Elías Izasa, Daniel Jaramillo, Carlos Giraldo o mis hermanos Julieta y Jairo Aranzazu, quienes enarbolaron la bandera de la hoz y el martillo y cultivaban el mandato por defender el proletariado frente a la creciente burguesía. En aquella época llegaron al balcón de la Casa de Los Alpes personajes como Jaime Pardo leal, Bernardo Jaramillo, José Antequera o Teófilo Forero.

El partido Comunista tenía disciplina y era protagonista en los debates del legislativo local. Recuerdo se acuñaron frases como “al compañero hay que hacerle un llamado de atención muy fraternal”, “el compañero se volvió un esquirol”, palabras como “escamosos”, “mamertos”, “reaccionarios”; fueron parte de la jerga izquierdista. Allí había una jerarquía, existían las escuelas de formación del pensamiento, era cátedra pura del socialismo.

Con la guerrilla del M 19, que de alguna manera la veíamos con cierta simpatía por sus gestas al mejor estilo de Robin Hood, o con golpes de opinión en episodios más simbólicos que violentos y luego con la aparición de La Unión Patriótica con grandes oradores y con una corriente pegajosa que estaba inundando el territorio nacional; tuvo Colombia tal vez la más floreciente época para el pensamiento izquierdista. Tan contundente fue; que el Gobierno asumió como política de Estado su exterminio y fue así como murieron miles de intelectuales y lideres de gran valía para la renaciente patria colombiana.

OTRO ESCENARIO…..
El pasado 16 de abril, saliendo de mi sitio de trabajo; me he encontrado por la carrera séptima de Bogotá, un cortejo aterrador de cientos de jóvenes vestidos de negro o de camuflado, con pantalones colgados por debajo del límite de la inocencia y el tiro en las rodillas, con cadenas que pendían de sus chaquetas ceñidas y adornadas con calaveras y cruces gamadas, con botas tipo militar y con su cabello ataviado por inmensas crestas de colores en los hombres y en las mujeres rostros demacrados y maquillados de negro, pero ante todo, decididos a la intimidación y a la provocación con frases lacerantes hacia los transeúntes.

Portaban carteles en donde se hacían llamar Skinheads o “cabeza rapada anarquistas y antifascistas”. Eso hasta allí era normal, en la medida en que ya existen justificaciones antropológicas que los catalogan como tribus urbanas o sub culturas. Pero esa macabra manifestación era una marcha del Partido Comunista Colombiano. Así lo dejaron ver en cientos de banderas del partido, con cánticos tradicionales del partido…. No lo podía creer.
Tuve una sensación de estar en un escenario degradado y post apocalíptico. Me preguntaba entre otras, que tienen que ver los anarquistas neo nazis con postulados comunistas como “la tierra para el que la trabaja” o con el fragmento de La InternacionalNi en dioses, reyes ni tribunos, está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor”.

En esta decadente congregación habrá degenerado el Partido Comunista Colombiano? Habrá logrado el tirano sus propósitos de exterminio físico, pero también filosófico?

Comparto la nostalgia quienes fueron “camaradas” y siguen creyendo en el cambio…. Pero ante todo a ese eximio orador y luchador, donde quiera que se encuentre….Orlando Arcila, quien seguramente hubiera querido que rematara con la frase HASTA SIEMPRE!!!