Al César lo que es del César y a Rafael Andrés…. También

En mis escritos, que los hago sin el rigor de por lo menos la periodicidad, he opinado sobre la vida, el pasado abundante, sobre héroes anónimos no tan imaginarios y sobre algunos temas de orden municipal.

Hoy, ad portas de la finalización del mandato de la actual Administración, puedo hacer mi propio balance de gestión, de una manera mas objetiva porque lo que se iba a hacer ya se hizo y ya para ésta época, mis palabras no deben tener tonalidad de sesgo alguno, porque lo hago desde el desinterés total. Si fuera de otra manera,  habría construido este escrito unos dos años atrás, lo cual dejaría en el ambiente la sensación de querer algo en contraprestación por parte de esta Administración. Pero soy enfático, no necesito nada del señor Alcalde ni de su Administración. Soy empresario independiente y quiero seguir con ese mismo ejercicio.

Dicho lo anterior me permito analizar:

·        Hace tiempo hemos estado padeciendo cierres de calles por reparcheos y pavimentaciones. Se corren rumores de sobre costos en las obras, atrasos, deficiencia en la calidad y muchas otras cosas. Pero lo cierto y tangible es que los metros cuadrados de recomposición de la malla vial urbana, son históricos en términos cuantitativos. Miremos solo unos veinte años atrás y seguro que no encontraremos cifras que se acerquen a las actuales que siguen además en ejecución. El actual alcalde de Cartagena tiene como mensaje en los sitios donde hay intervención con trabajos “La incomodidad pasa, las obras quedan”.

·        El espacio del Polideportivo, que ahora si es un polideportivo, fue transformado y ha tenido muchos detractores, pero también es cierto que hoy es un espacio recuperado para la sociedad, en donde además se acordaron de que los niños de Sevilla necesitan recrearse. Por lo menos ya no es la cancha polvorienta al lado de una oscura calle que servía de guarida a los atracadores. Hoy, es un bello escenario con una calle iluminada que garantiza seguridad a los ciudadanos e invita a dar el paseo nocturno por ese sector.

·        Hay algo que seguro pocos sevillanos saben. Esta Administración, fue la única que atendió la súplica de la comunidad de San Antonio, para proteger su cuerpo de agua de abasto. Allí, compraron un predio (Finca El Reflejo) que postularon para ser protegido y que asegura el mantenimiento del caudal del afluente, porque no será intervenido para labores de agricultura a futuro. De igual manera, se espera que antes de terminar el año, se termine la obra en el antiguo local de El Zipa, que en principio será una bella edificación para eventos y quehacer cultural, que se llamará El Paujil, tal cual el nombre de la finca del Fundador de Sevilla. El presupuesto supone una casa dotada y lista para su inauguración.

·        El Municipio logró la apropiación de 3.700  millones de pesos, para la repavimentación de la vía Uribe – Sevilla (en este momento se está licitando la obra). Esto, junto con las obras que se están realizando en el sector de La Cristalina y la vía a La Milonga, hacen ver que de manera silenciosa se hace gestión y se logran objetivos.

·        Hace poco se firmaron unos convenios vía pacto agrario con el Ministerio del Interior, para fortalecer a los productores de panela asociados en  ASOTORÓ, a los floricultores y al programa de Camineros, por varios cientos de millones de pesos.

·        La semana pasada, se dio reapertura a la Plaza de Ferias. Si bien es cierto que el acto no fue multitudinario por falta de difusión, es verdad que recuperar estos espacios y de la manera en que se hizo, con el aval y seguimiento del ICA, fortalece el campo y atrae inversión al municipio. Pero eso, de estar aún anunciando obras y ejerciendo como Alcalde poco antes de salir, ya no se había vuelto a ver en Sevilla., porque para ésta época solo teníamos escándalos administrativos.

Parte de lo que hubiera podido ser mejor, es la relación con las comunidades. A la Alcaldía le faltó una pizca de populismo para convalidar sus acciones ante la población sevillana. Faltó también, haber puesto en cintura a la empresa Smurfit – Cartón Colombia, para que normalicen el tipo de transporte que usan y el impacto que generan a viviendas y vías de Sevilla.

La Alcaldía hubiera podido también, “apretar” a ACUAVALLE, en el tema de la asignación de recursos para la protección de la cuenca hídrica y garantizar el agua a futuro para los sevillanos. Por otro lado, en algunos casos el Alcalde debió hacer un poco mas de control y seguimiento a algunas dependencias de su gabinete, para evitar que actúen como rueda suelta de la Administración. Hay algunos funcionarios de menor nivel y de intervención directa a la comunidad, que dejan mal parada a la Administración con sus actuaciones y debemos recordar que el común de las personas, solo  mira el punto negro en la pared blanca.

Hay muchas cosas por mejorar. Se requieren políticas públicas de fortalecimiento agropecuario, acceso masivo a la educación superior pública, inclusión de las minorías en la administración, programas de conservación ambiental y en todo caso, programas de atención a la población vulnerable, especialmente niños y adolescentes, al igual que atención al problema social de mendicidad e indigencia.

En todo caso, para el mes de septiembre a casi tres meses de terminarse el período de los alcaldes, lo más rescatable es que a Sevilla por lo menos volvió la decencia. Para esta época en las Administraciones anteriores, los alcaldes estaban ocupados de su defensa judicial y disciplinaria (los que terminaron el período), de atacar contradictores, de recusar y otras prácticas ajenas al ejercicio de sus labores. Sevilla tenía para entonces, todo tipo de escándalos por desmanes, procesos de revocatoria del mandato y una población polarizada políticamente, lo cual generó episodios tristemente célebres para nuestra comunidad. Por ello creo que después de este mandato, algo le queda al municipio y eso por si mismo es indicador de cifras positivas en el balance.

Al final de este escrito, repito: Cuando hay que dar garrote, que no nos tiemble la mano, pero hay que ser gallardos para otorgar al otro el reconocimiento cuando hace las cosas bien. De alguna manera, es un llamado para que en esta campaña electoral, la contienda sea con tesis, sin insultos, chismes infundados, improperios o escándalos. Todos aquellos que hoy participan en el debate electoral y optan por una curul en el Concejo o quieren llegar a la Alcaldía, son ciudadanos ejerciendo se derecho civil y por solo atreverse ya son ganadores. Somos muchos los que nos hacemos a la orilla en zona de confort, a criticar lo malo, pero no nos atrevemos a prestar nuestro nombre para una elección.

Pregunta para los sevillanos…. Cual Alcalde SI, ha sido bueno para el municipio?, digo, para todo el municipio y no para unos cuantos?

Los alcaldes son como los árbitros, de cualquier manera salen madreados.
Por| Oscar Humberto Aranzazu Rendón