Héctor Fabio Rengifo... Hasta Siempre!


En la más encumbrada de las canchas, se ha conformado un Dream Team de entrenadores del baloncesto. Sin haber dado por cierto aún que Jorge Eliécer (Leche) ya había partido, nos llega otra impactante noticia, la del fallecimiento de Héctor Fabio Rengifo. 

Ad portas del segundo encuentro de los Amigos de Jaime Arredondo, quien fuera el más grande de los fabricantes de jugadores de baloncesto de Sevilla, se va otro hombre, cuya vida fue del todo dedicada a la enseñanza del deporte, a la construcción de alternativas para los jóvenes. Héctor Fabio, otro de los pioneros que desde la cancha de la Jhon F. Kennedy en el Cincuentenario, abrieron el camino para toda una historia del baloncesto en Sevilla.

Pareciera ser que en alguna liga existente en el infinito, hubieran requerido algún día de la exquisitez y el gusto por el buen juego de Jaime, luego llamaron a filas a un entrenador juicioso y exigente como nuestro “Leche” y ahora cierran el círculo con la entrega y la pasión por el baloncesto que siempre tuviera Héctor Fabio.

Héctor Fabio Rengifo fue un hombre de expedita sonrisa pero de gran temperamento en la cancha. Con El, desde mi posición como árbitro, tuve mucho trafalgar deportivo compartido. Recuerdo que tenía la característica de fungirse como una especie de figura paterna entre los más chicos. Los regañaba, les exigía, les aconsejaba y les castigaba “banquiando” en los partidos. Un hombre procedente de una familia con un decidido gusto por el baloncesto.

Pierde la sociedad sevillana y especialmente el deporte. El, junto con una legión de hombres y mujeres de una época de oro en el deporte de nuestro pueblo, dieron a conocer a Sevilla en escenarios de privilegio en el contexto regional y nacional. Fue una época en que las selecciones de baloncesto de Sevilla en todas sus categorías brillaban, los torneos de barrios y veredas, auspiciados por el comercio local eran alucinantes. A la par,  se lucía el voleibol bajo la batuta de Uriel Osorio, el fútbol con Henry “La bruja” Giraldo y teníamos campeones en pesas, boxeo, ciclismo  y atletismo.

Por alguna razón, la desidia administrativa fue de a poco retirando el  apoyo que daba al deporte y todo el andamiaje liderado por Gladys Montoya, Jairo Ortiz,  Gildardo Muñoz y toda esa Junta de Deportes, en torno a la cual se impulsaron jugadores y entrenadores como Héctor Fabio, fue desapareciendo en las fauces de la politiquería local y regional.

Como el mejor homenaje a nuestros nunca bien ponderados líderes deportivos desaparecidos como Jaime, Jorge Eliécer y Héctor Fabio, debemos impulsar el rescate del deporte, en una sumatoria de civismo, apoyo administrativo y trabajo pedagógico fuerte, para volver a lo mas alto del pódium, como seguramente soñaban esos adalides sevillanos.

A la familia Rengifo, que ojalá encuentren las fuerzas para alivianar sus pesares por la partida de Héctor Fabio y a la familia del deporte sevillano, un fraternal mensaje en pro de la reivindicación del deporte como alternativa de vida y progreso para nuestro municipio.