Acudo a ustedes con el único fin de que apoyen un nuevo
proyecto del que creo, será innovador, incluyente, participativo, pero
ante todo muy lucrativo. Voy a fundar
una Iglesia. Se llamará, Congregación Internacional Eucarística Guardianes del
Orden y La Santidad. “CIEGOS”. En
la inauguración tendremos como show central, la lectura de alguna destitución a
cargo de Monseñor Ordoñez y como en PANACA, una carrera de marranos, que serán
la base de esta santa empresa.
Se trata de agrupar en ella a todos los que tienen el
rumbo perdido, a los que han sido rechazados. En nuestra iglesia, tendrán
acogida los desertores de otras congregaciones, recibiremos a la disidencia de
las “madres adoratrices del divino
miembro”, a las emancipadas
seculares de “Las Lesbianitas Descalzas”,
a los mochos de MIRA que no hayan podido predicar y hasta a cualquier
malviviente, que aunque huela feo o entre con perros, tendrá su lugar mientras aporte a esta nueva generación de
elegidos.
Así pues, mochos, cojos, tuertos, cumbambones care
gavetas, tungos, dientipodridos, boquinches, casposos, chuchentos, pecuecudos,
maricas declarados y también asolapados, putas de convicción y también de
profesión, ladrones (pero no los del Congreso, porque se me quedan con la
Iglesia), uñiparados, blasfemos y hasta ateos, ya tienen un lugar en este reino
de “CIEGOS”
donde hallarán la igualdad. Si, todos iguales, a ninguno dejaremos de
cobrarle su noble aporte.
Nuestra Iglesia Congregación
Internacional Eucarística Guardianes del
Orden y la Santidad. “CIEGOS” por
ser naciente, no tendrá diezmo. Implementaremos el veintezmo, porque yo, su
pastor espiritual, su gurú, su mentor, su sensei, tiene que construir un
humilde templo cerca al Parque del Café, con piscina y jakuzzi para retiros
espirituales y usarlo como consejería para atender allí de manera
personalizada, a esas mujeres descarriadas que solo piensan en sexo y placer.
Nuestra Iglesia “CIEGOS” no tendrá púlpito, pero el
negocio si será pulpito. Le cederemos micrófono a todo aquel que quiera
predicar, a un módico precio de $200 por minuto, o sea, mas barato que COMCEL. Me
encargaré personalmente para hacer una colecta de dinero semanal para comprar
mercados. Mercados para los trabajadores de la finca que voy a comprar con el
veintezmo que ustedes tributen.
No tendremos miramientos discriminatorios, hasta
“Mamuchi” y “Tetas” podrán predicar. Todo será una fiesta cada domingo,
ambientada con lluvia de sobres y música celestial de Gildardo Montoya y
Octavio Meza. En esta Iglesia le haremos exequias hasta a los muertos que vengan sin una, en la inmunda. No
permitiremos que nuestros feligreses se gasten la platica del vicio en
entierros. En la Semana Santa todos los días habrá happy hour y en ningún caso acolitaremos
consumo de licor o marihuana, que no hayan sido vendidos por la Iglesia, así
como en Argentina.
Con este proyecto solo estoy haciendo lo de muchos.
Después de haber pecado y ensayado otros negocios infructuosos, me dedicaré a
predicar y recaudar. Los que me acompañen desde el inicio ascenderán de manera
vertiginosa, porque también serán pioneros. En menos de un año estarán “gerenciando”
sucursales por todo el país. Llevaremos una vida humilde. Si, bueno…..Pero solo
al principio; después, agradaremos al señor con un BMW y una casa en Ciudad
Jardín de Cali.
Bienaventurados los que se las pisan y preguntan de quien
son, porque por ellos será mi negocio….
“En este mundo
hay mas iglesias que niños felices”
Fragmento, canción de Arjona.
Oscar Humberto Aránzazu Rendón