Yo prometo……

Hace poco tiempo en un artículo escrito para este periódico, propuse a los candidatos que son de Sevilla y que aspiran a la Cámara de Representantes, realizar un debate para que el pueblo pueda conocerlos y compararlos y para haber hecho alguna especie de pacto popular. Debe ser que mi columna nunca la leyeron o se sintieron intimidados ante la idea, porque ninguno de los tres se le apuntó al evento o por lo menos nunca contestaron o comentaron al respecto.

Este ejercicio pudo llegar a ser muy interesante, ya que estamos verdaderamente decididos a no volver a comer cuento por simples simpatías o afinidades con un candidato (como en mi caso que los aprecio a todos, pero no tendrán mi voto)  porque se trata de nuestra representación en el Congreso y eso debe asumirse con seriedad por parte del sufragante. Probablemente sus tesis nos hubieran convencido en un escenario académico y quien sabe…

Por ello, solo propongo el níveo camino del VOTO EN BLANCO. En blanco, para Senado y en blanco para Cámara. Por lo menos, mientras yo me atrevo a lanzarme……..

IS DOMINANDI CUPIDITATE

Si yo fuera candidato, lo que prometería sería ir al Congreso a hacer lo mismo que los demás congresistas. Nada!. No más de allí, pero menos tampoco. O sea, aumentar los ingresos de mi familia, viajar por el mundo por cuenta de los colombianos, comprar finca de recreo, dormir durante las discusiones de proyectos o hablar por celular o enviar chats o jugar con la tableta o sacar mocos, mientras interviene un defensor de víctimas, en fin…. Si para ser elegido debo subirme los pantalones hasta cuello como Gerlein o heredar el saco negro del senador Víctor Renán, pues me los pongo, nada me detendrá.

También prometo que cuando sea elegido, llegaré a Sevilla caminando como pavo real, con mi propio séquito de escoltas con canguro y radio, y lagartos con agendas apretadas en la axila.  Me posaré en algún bar del parque, a otorgar a los sevillanos el privilegio de saludarme de mano y de golpe adoptaré la forma de saludar con un “Dios lo bendiga”, para que no quede duda que ese votico que me dieron valió la pena.

Al señor donde antes fiaba las verduras, ya no le diré Don Gustavo, sino “quiubo viejo”,  porque yo seré un Padre de la Patria, podré mirar con desdén a los maestros que me torturaron con el álgebra de Baldor,  los enlaces químicos o las extenuantes vueltas al “Japón”.  Tendré la oportunidad de cautivar suegras ofreciendo becas y me volveré el mas diligente de los hombres haciendo mandados en Bogotá. Pero lo que mas me apasiona es saber que  me llamarán “Doctor”, ahhhh! Doctor!,  quien lo diría.

Siendo congresista, yo solucionaría de tajo el problema de las vías de penetración a Sevilla. Llegaría en helicóptero al estadio, aduciendo problemas de seguridad.  Compraría un Willys 54 para revalidar que “soy uno de ustedes” y jamás faltaría al Baile de la Cosecha con mi atuendo típico. Seguro! Lo prometo.

El tema es que en campaña, me saldría del discurso tradicional como…. “trabajaré por la salud, la vivienda, la educación, bla bla bla”, aunque de pronto si voy a usar una que otra arremetida contra Acuavalle, porque eso siempre da resultados electorales. Yo en cambio, en mi discurso apostaría mas por lo novedoso con frases como: Si al congreso llega gente como que la hay, porque no podría llegar yo?  Voten por mi para que vean un sevillano en la TV, ahora que eliminaron a Esmeralda de la Voz Colombia.

Apelaría a las masas para que me ayuden a subir de estrato, cambiar la ropita y ponerme botox en las pategallinas y por cuenta de los sevillanos y otros municipios, aseguraría la educación de mis hijos en el exterior y la 4x4 con la que tanto sueño.

Conmigo todos tendrían derecho a un techo, así no haya paredes, les prometería luz gratis, pero hasta las seis de la tarde y todos tendrían derecho a soñar, pero sin ser garosos. De todas maneras si me ayudan, los encomendaría a la virgen santísima, a esa misma que niegan los que cambian de bando religioso.

Mis asistentes parlamentarios serán selectos e idóneos, todos deberán haber terminado la primaria. Estoy seguro que si para entonces me ayudaran con ese votico, sería la primera vez que un candidato cumple a cabalidad con lo prometido. Cuando estemos sesionando en Cartagena o San Andrés, brindaré por ustedes en guayabera y chanclas y nunca olvidaré que mi pueblo me dio el mandato de representarlos pasando bueno y cobrando duro y eso sí que lo cumpliré.

Ahora; si cree que algún candidato al congreso, de los que hoy día se promocionan y prometen, va a solucionar verdaderamente los problemas de fondo de Sevilla y la región… pues voten por El. Por otro lado, si lo que usted tiene es espíritu de colaboración para ayudar a que ese buen ciudadano mejore su estatus social y se embolsille un buen salario, pues también vote por El, pero eso sí, no se olvide de ir con su familia a comer lechona en las elecciones, aunque el sabor a grasa le recuerde que el único marrano sacrificado fue usted.

 Si definitivamente usted cree que también en estas elecciones pasará igual que cada cuatro años, o sea EMBUSTES, PROMESAS INCUMPLIDAS, BURLAS AL PUEBLO Y SI TE VI NO ME ACUERDO…… no hay mas que hacer! Castigo popular votando EN BLANCO, por lo menos para que vayan viendo que la indignación existe y si, hay escenarios para expresarla.

Por Oscar Humberto Aránzazu Rendón