Retomamos este
escrito de febrero 15 de 2010, porque hoy nuevamente cobra vigencia……
Frente a la decisión
de los “sabios”, desconocedores de la historia de un pueblo y mucho más,
desconocedores de la nobleza de Las Araucarias, que han sido sombra de nuestros
viejos y refugio de los amantes, solo puedo decir que…. Primero, los bárbaros y
corruptos atacaron en su época la dignidad y la vergüenza sevillana, luego,
otros desplazaron de las calles a los sevillanos de verdad a sangre y fuego,
ahora, le arrancarán un gran pedazo a la bandera de Sevilla, con la sentencia a
muerte que dictaminaron a nuestras Araucarias del parque Uribe Uribe. La disculpa es,
porque “son un riesgo”. Entonces…. Porque no depuramos también los estamentos
oficiales de ineptos, ya que también son un riesgo para la estabilidad social y
económica del municipio?
Dicen que la CVC
autorizó la masacre y por eso tienen el “aval”; PERO QUIEN DIJO QUE LA "CVC" TIENE CREDIBILIDAD ENTRE
LOS SEVILLANOS?. Acaso no autorizan a diario la
deforestación de nuestros bosques a las Multinacionales?. Acaso no ha sido con
la anuencia de ellos que los bosques se convirtieron en potreros?. Y que
diariamente se derriben miles de guaduas protectoras del agua en Sevilla?. "...",
con este acto lograrás lo que siempre quisiste; pasar a la historia, pero no
como el mejor alcalde del país, como era tu noble propósito antes de que el poder
te engolosinara, .....vas a pasar a la historia, como el verdugo de las Araucarias de
mi pueblo y derribarás de un hachazo gran parte de nuestra historia.
Corrijo a mi colega, que habla de quince años en la
edad de estos colosos. Las Araucarias de Sevilla nacieron primero que todos los
bárbaros que emitieron el lapidario fallo.
Han borrado hasta el recuerdo….entonces a que volver!
Por: Oscar Humberto Aránzazu
Rendón
En Jericó Antioquia ocurrió recientemente algo parecido y encontré en el periódico EL COLOMBIANO este escrito que me hizo estremecer.
La araucaria se hizo lluvia verde
CON SOLEMNES
DISCURSOS y los llantos de muchos viejos, ayer se talaron tres árboles en
Jericó. Eran los íconos del pueblo y por eso hubo tristeza.
Gustavo Ospina Zapata. Enviado especial, Jericó
Publicado el 14 de mayo de 2009
Les dolió en el alma
a los jericoanos la muerte de su araucaria, verla caer hecha trizas sobre el
adoquín del parque, ante la mirada expectante y triste de cientos de
parroquianos, golpeó sus corazones.
Pero era inevitable. La muerte de este viejo árbol sembrado hace 79 años fue decretada por Corantioquia el pasado 30 de marzo y ayer simplemente se cumplió la sentencia: ocho miembros del cuerpo de bomberos de Jardín se encargaron de ejecutar lo que ya estaba decidido.
"Si bien no es gloria ni paz, ha sido compañía de las gestas de Jericó", dijo el padre José Luis Henao, quien despidió la araucaria con honores de general, con discurso solemne y muy conmovedor.
Un testigo
Pero los ojos que más
reflejaron el dolor por la "partida" para siempre de la araucaria
fueron los del viejo Jaime Restrepo Villa, nacido el 19 de noviembre de 1917 y
quien afirmó ser testigo del día que la plantaron.
"La trajo el doctor José Puerta Restrepo en 1930. Vino mucha gente muy prestante, como el doctor Alberto Valencia. Trajeron tres, dos para la finca El Borrachero y hace poquito las cortaron. Lo sembró, un obrero del municipio", dijo el anciano.
Y añadió: "me pone triste, duele como si mataran a un familiar". Y sus ojos se encharcaron. Por ese testimonio, por su sensibilidad, subió a tarima a contar lo que vio hace 79 años. Él vio crecer la araucaria y a su sombra se tomó muchos chorros y hasta enamoró muchachas, aunque nunca se casó.
Para espantar la tristeza por el corte, el alcalde socializó el tema, montó atriles junto a la araucaria y junto a un madroño y un pino que también fueron talados, en los que estaba la resolución de Corantioquia para que todo el pueblo la leyera.
"Hubo un concurso de fotografías sobre la araucaria y se van a rematar los pedacitos del árbol para que la gente entienda su significado para el calentamiento global. Con lo que se recoja se creará un fondo para el medio ambiente", explicó el alcalde.
Los niños tenían claro lo que estaba ocurriendo: "la cortan porque está coca... porque está enferma... porque presenta peligro... porque puede tumbar todo el pueblo... no, sólo medio pueblo... no, una parte del pueblo", dijeron Paulina Giraldo, Manuela Acevedo, Juan Giraldo y John Arias.
María Isabel Acevedo, de diez años, sentenció: "estoy triste porque cortaron la aurocraia, ja, ja". Y otros chiquillos le corrigieron: "¡araucaria!", dijeron en coro.
A las 3:00 p.m. los
bomberos de Jardín, que también talaron la ceiba de Valparaíso, seguían subidos
con motosierra en a la punta del árbol cortando cada trozo y arrojándolos, como
lluvia verde, al piso.
"Me derribarán el 13 de mayo de 2009. Tengo síntomas de senilidad y represento peligro", decía en un pendón colgado de la araucaria antes de iniciar el corte.
La sentencia se
cumplió como estaba prevista. Ayer en Jericó se cortó más que un árbol. Murió
una parte de su historia más vital.