Se necesita un alcalde que sepa robar….

Sevilla cuenta con una biodiversidad envidiable, con el privilegio de tener multiplicidad de pisos térmicos y ante todo con un componente humano inigualable.

Por ello, el próximo Alcalde, ojala sepa como robarle a las organizaciones criminales y a las pandillas urbanas, a tantos jóvenes que están siendo tentados a ese lugar de difícil retorno que es la delincuencia. Que se los robe de allí definitivamente y con gestión, les abra caminos de supervivencia en donde confluyan la educación con la ocupación sana.

Requerimos un alcalde que nos robe la pereza colectiva y la arroje aguas abajo, un alcalde que motive a la comunidad a ser propositiva, pero que ante todo sea incluyente y no se erija como reyezuelo de la decadencia. Un alcalde que tenga la capacidad de raptar la desidia, el odio y la envidia del corazón de nuestros hermanos y con una cadena de custodia no permitir que esas abominaciones vuelvan a ver la luz en Sevilla.

Que bueno sería que nuestro alcalde pecara por apropiación, por sentido de pertenencia, por amor excesivo como sevillano y le doliera el campesino que desde chorreras o Cumbarco no puede sacar sus productos, o pensara en la educación superior cuando vea a alguno de nuestros jóvenes empujando el pingüino de bon ice o vendiendo boletas que son la ilusión pasajera de otros que prefieren apostarle a la suerte y al azar.

Será que esta vez veremos a un alcalde encabezando marchas por la defensa de los recursos naturales de Sevilla o tal vez y porque no soñar, inaugurando alguna granja integral autosuficiente, en terrenos de los que adjudica el estado, donde se capaciten niños y jóvenes vulnerables y desposeídos.

Un alcalde que cometa rebelión. Si, que se rebele contra el gobierno central por su abandono, que muestre a nuestro municipio con todo y sus potencialidades. Las mismas que en otros tiempos hicieran famosa a la villa de don Heraclio con desarrollo industrial y apoyo rural, en épocas de abundancia, pero también de tolerancia. Bueno sería también que cometa abuso de generosidad y vuelque sus ojos hacia los ancianos desprotegidos o hacia esos habitantes de la calle, que por el hambre y el asedio terminan desquiciados.

Ojala que los próximos Concejales se conviertan en sus secuaces, para que entre todos caigan en el atroz crimen de concierto para progresar. Que las buenas iniciativas sean valoradas y apoyadas y que ahuyenten las malas prácticas de buscar favorecimientos personales a cambio de votos para proyectos de gobierno. Ojala el Alcalde y su gabinete, se convierta en una banda que actúe a escondidas; pero de los lagartos y sanguijuelas que abundan por estas latitudes.

Nuestra Sevilla requiere de un mandatario que acribille el desempleo y la pobreza, que aniquile a las empresas mercenarias de la salud, que tanto daño nos han propinado, que tenga la capacidad de camuflarse entre los escombros que otros han dejado por generaciones y descubrir las causas de la corrosión y atacar con escarnio público a quien encuentre con las manos untadas de erario sustraído.

Ese fabuloso burgomaestre que debe tocarnos, debe ser también delator. Que se acoja a sentencia popular anticipada por su buena gestión, al defender a los ciudadanos que no tienen voz, contra los abusos en las tarifas de Acuavalle, la Epsa y Telmex. Que llame a juicio de responsabilidades a la CVC por el manejo de los recursos naturales, que ya ha provocado tragedias como la de Monserrate o a Cartón Colombia por el deterioro de la vía al Valle, que tiene que soportar convoyes de camiones con troncos muertos extraídos de nuestras montañas y para lo cual no ha sido construida. Que colabore y pose de sapo, contra las empresas que llegan a Sevilla con personal foráneo y dejan viendo un chispero a los cientos de coterráneos desocupados.

Es definitivo, Sevilla necesita un bandido. Un bandido al mejor estilo del “Zorro” que defiende a la población y propende por su progreso y que con su sable descuaje el atraso y el abandono.

Una oración….
Señor, que el fenómeno de la niña además de causar estragos, salpique con fuerza la cara de mis hermanos sevillanos y los despierte del conformismo y el aletargamiento.

Que mi pueblo no caiga en la euforia electoral, frente a tamales y lechonas y que el corazón de los sevillanos no se llene de sombras con tejas de zinc o bultos de cemento.

Oh! Señor, dadle a mi pueblo la sabiduría para elegir a sus gobernantes y permite que gane aquel que estrecha la mano de sus electores desde su corazón y no así, a ese que come pueblo, luego presupuestos y nos deja en el olvido.

Permite señor, que los aspirantes al Concejo tengan de que vivir y no pretendan subsistir de contratos y prebendas. Otórgale al próximo gabinete, el conocimiento administrativo, la sencillez y la amabilidad, para resolver con prontitud las necesidades ciudadanas.

Amén…