
Ahora, lo más importante es hacer una buena planeación y programación de obras con el dinero del endeudamiento que adquiere Sevilla para este fin. Que no haya carreras por impedir que la nueva administración sea quien aplique los recursos y que todo se haga apuntando siempre a hacer más óptimos los dineros públicos y la consecuente solución al problema objeto del presupuesto.
Se debe entender además, que fuera de las obras de limpieza, canalización y acciones técnicas propias de la mitigación, hay también un componente social por atender. Sin conocer a fondo a la Providencia, por análisis simple creo que a los habitantes que están ubicados en la ronda de la quebrada, hay que garantizarles que a futuro sus viviendas no se verán afectadas por el desbordamiento del drenaje y que sus vidas y sus enseres estarán a salvo en los episodios de lluvia, porque finalmente el favorecimiento de las comunidades es precisamente el espíritu de las acciones populares y del pronunciamiento judicial específico para este caso. Esto no implica, la responsabilidad que los mismos habitantes de las poblaciones, tenemos en el manejo de las basuras por la saturación y taponamiento de cauces y ductos, por cuenta de la indolencia ambiental.
No quiero pisar callos sensibles, pero basado en casos tristemente célebres del pasado, es apenas lógico que la comunidad esté, como en efecto se siente; con gran preocupación por el destino final de esos dineros públicos gestionados para solucionar ese gran problema ambiental y social del municipio. La idea es nunca perder la fe, por ello; exhorto a la Administración de turno, a establecer mecanismos de participación ciudadana, para que cada centavo de ese presupuesto, sea aplicado a la luz del conocimiento popular. Que para evitar suspicacias y malas interpretaciones, desde el principio se conforme una veeduría con los mismos afectados y que las cuentas durante el proceso se mantengan claras y disponibles. Es la oportunidad de generar nuevamente confianza en el ejecutivo y una ocasión perfecta para unir otra vez los lazos cívicos que desde hace tanto tiempo se han ido rompiendo en nuestra Sevilla.
Con el manejo transparente de las obras, se contribuye no solo al progreso, sino a la paz y la concordia entre la población. No olvidemos la razón de ser de estos recursos, la cual apunta a que nunca mas veamos las conmovedoras escenas de nuestros hermanos sevillanos, con sus enseres en las calles y sus esperanzas de vivir dignamente cada vez más sumergidas en las pútreas aguas de la quebrada. Para la reflexión debo decir, que con cada episodio del barrio San José anunciado por la sirena de los bomberos, el sitio se convierte en un destino casi turístico. Hasta allí, desfilan centenares de sevillanos a contemplar la tragedia que siempre se convierte en noticia, cuyo único aporte con mínimas excepciones de gentes de toman acciones solidarias, es lamentar lo sucedido.
Este llamado a hacer las cosas bien, también implica como debe ser, a vigilar la aplicación de los presupuestos de ACUAVALLE y la CVC, porque la financiación para este caso es tripartita y la transparencia y eficiencia lo debe ser igualmente.
Si estas obras logran hacerse durante esta administración, pues entonces quedaría para la historia que un alcalde interino o encargado, dio ejemplo de ejecución con propósito cívico. Pero si le corresponde al próximo alcalde, ahí le queda un reto importante para darle arranque a su gestión y mostrar desde el desayuno lo que será su almuerzo.
De importancia es también, que para el desarrollo de los trabajos; sean diseños, estudios o ejecución misma de las obras, debemos recordar que esas oportunidades hay que dárselas a los sevillanos, porque aquí tenemos excelentes profesionales y mano de obra calificada, que se encuentran compitiendo en el rebusque laboral y que con ellos, claramente las obras se harían con el ingrediente adicional del sentido de pertenencia, que tanto requieren las ejecutorias públicas en nuestro país. Sevilla no quiere ver mas el desfile de foráneos apropiándose de las mejores oportunidades laborales, aquí también tenemos calidad y diversidad disciplinaria para afrontar cualquier desafío técnico.
Un escenario como el que planteo, se puede convertir en el inicio de un ambiente armónico, en donde comulguen las fuerzas vivas del municipio lideradas por los gobernantes, para que volvamos a actuar sin prejuicios, enarbolando nuestra mayor riqueza, que son nuestras gentes.