Carta al alcalde de Medellín

(Enviada el viernes 01 de marzo.)
Doctor
ANIBAL GAVIRIA
ALCALDE
MEDELLÍN INNOVADORA

Doctor Gaviria, ante todo quiero expresarle a usted y a su pujante ciudad, mis felicitaciones por tan importante logro internacional, de haberle ganado a ciudades como New York y Tel Aviv, el premio a la ciudad más innovadora y creativa del mundo.

Soy simplemente un ciudadano de un municipio impostado en la cordillera central colombiana, perteneciente al departamento del Valle y cuyo nombre es Sevilla.

Es el pueblo donde nací y del que por su historia y mis ancestrales vínculos, me resisto a olvidar o como otros a desconocerlo como mío. Como lo bueno es de copiar, pues déjenos hacer “chancuco” y poner en marcha en nuestro municipio algo de lo mucho que por Medellín ustedes han hecho. Solo le pido que envíe un asesor o un grupo asesor, por lo menos a contarnos y mostrarnos, como han logrado desarrollar toda una cultura en torno al progreso y sobre la manera en la que ustedes, terminan siendo los primeros o los más destacados en cada empresa por la que apuestan.

Debo decirle doctor Gaviria, que este pueblo fue fundado por colonizadores antioqueños y por muchos años, fuimos emprendedores, tuvimos el empuje paisa, brillábamos por nuestro civismo y como ustedes, claro está, guardadas las proporciones; tuvimos industria floreciente, una sólida institucionalidad y un reconocimiento regional y nacional en lides académicas, en términos de productividad y en desarrollo rural, como quiera que alguna vez ostentamos el título de capital cafetera de Colombia. De lo poco que nos queda, es poseer la flota de willys mas grande del mundo, al igual que  importantes logros en lo deportivo y lo cultural, pero como casos aislados, empujados por esfuerzos propios.
Algún día que nadie sabe cuando fue, nuestro suelo se cubrió con una especie de tela resbalosa invisible, que nos ha puesto a caminar sin avanzar  y solo atinamos patinar porque el letargo y el estoicismo se apoderaron de Sevilla. Perdone mi mezquindad si le hablo en términos envidiosos, pero es que ese otro país llamado Antioquia da para eso. Aquí ya no conocemos la gallardía propia del paisa, como la de sus palabras recientes donde compartió el triunfo de la Medellín actual, con las gestas de sus antecesores en la alcaldía.

El atrevimiento es inherente al paisa y por alguna razón, nosotros nos hemos vuelto un pueblo tímido, resignado y sin aspiraciones.  Alcalde, su gobierno maneja unas importantes políticas de responsabilidad social. Se que un pueblo en el norte del Valle no es de su resorte, pero el ser descendientes  de su referente raza nos hace hermanos. Ayúdenos, muéstrenos el camino, nadie mejor asesor o consejero que usted o su brillante equipo de trabajo.

La sequía de los intensos veranos que soportamos por cuenta de la deforestación, nos ha secado hasta las ideas. Cuando arrecia el invierno, se borran nuestras carreteras y de paso las ilusiones del campesino. Lo que necesitamos es una inmensa lluvia de ideas   y un camino referencial para reconstruir a Sevilla desde lo cívico y lo institucional. Necesitamos llenarnos de euforia colectiva en propósitos comunes y que nos brillen los ojos como a usted, cuando habla de su ciudad. No le solicito ayudas económicas para nuestro municipio, le pido, y perdone mi insistencia; nos muestre el origen de la luz que puede iluminar nuestro camino hacia el progreso y acercarnos así sea un poco, al sitial original que como paisas de la Antioquia Grande, de la que hablaba Robledo Ortíz, alguna tuvimos en aquella época memorable de la abundancia económica e intelectual de nuestro pueblo.

Con admiración y respeto.

Oscar H. Aranzazu Rendón.